El presidente de China, Xi Jinping, dijo a Vladimir Putin que “se avecina un cambio”, en un mensaje de despedida al abandonar Moscú el martes por la noche tras sus conversaciones con su homólogo ruso.
“Se avecina un cambio que no se ha producido en 100 años. Y estamos impulsando este cambio juntos”, dijo Xi a Putin a través de su intérprete.
“Por favor, cuídate, querido amigo”, agregó el presidente chino, estrechando la mano de Putin, quien a su vez le deseó a Xi “buen viaje”.
Fue el cierre de dos días de visita de Estado en los que Xi mantuvo largas reuniones con Putin, a quien presentó su plan de paz para poner fin a la guerra en Ucrania y con quien selló importantes acuerdos políticos y económicos.
Anteriormente, los dos mandatarios expusieron el martes su “amistad sin límites” durante una ceremonia llena de pompa en el Kremlin dirigida a consolidar los vínculos entre ambas naciones en medio de la lucha en Ucrania.
Putin recibió a Xi en una cena privada de siete tiempos con duración de cuatro horas y media. Posteriormente, los mandatarios estuvieron en el antiguo palacio imperial para sostener unas reuniones en las que participaron funcionarios de alto rango de ambos países.
Los dos líderes brindaron por “el desarrollo de las relaciones ruso-chinas y la asociación estratégica en la nueva era”.
“Por la prosperidad, el desarrollo y la felicidad de nuestros pueblos, por la amistad entre nuestros pueblos de generación en generación”, dijo Xi Jinping.
Tras la cena de Estado, Putin despidió a su homólogo chino y la comitiva del líder de China abandonó el Kremlin, dando por concluida la visita de Xi a Moscú.
Además de abordar el conflicto ucraniano, ambos líderes cerraron un acuerdo para construir un gigantesco gasoducto que llevará gas desde Siberia hasta el noroeste de China.
Putin dijo que las negociaciones fueron “significativas y sinceras” y que su país, tras haber perdido gran parte de su mercado europeo, podía satisfacer la “creciente demanda” de energía del gigante asiático.
En una declaración conjunta, los dos aliados expresaron su preocupación por el creciente refuerzo de los vínculos entre la OTAN y los países de la región Asia-Pacífico” y acusaron a la Alianza Transatlántica de “socavar la paz y la estabilidad regionales”.
Los mandatarios se prodigaron gestos cordiales desde el inicio de la cumbre el lunes, cuando se refirieron el uno al otro como “estimado amigo”.
Muestra de apoyo a Putin
La cumbre entre Xi y Putin buscó demostrar unidad ante las potencias occidentales, pero no dejó avances importantes para un eventual cese al fuego en Ucrania.
Ambas naciones, dispuestas a contrarrestar la influencia internacional estadounidense, expresaron sus inquietudes por la expansión de la OTAN y acordaron profundizar una alianza que se ha estrechado desde la ofensiva rusa sobre Ucrania.
El avión de Xi despegó del aeropuerto moscovita de Vnúkovo después de ser despedido por una guardia de honor que tocó los himnos nacionales de Rusia y China, según la agencia de noticias local RIA Novosti.
La visita del líder chino se interpretó como un espaldarazo a Putin, quien enfrenta un pedido de captura de la Corte Penal Internacional por denuncias de deportación ilegal de niños ucranianos.
El dirigente ruso afirmó estar abierto a negociar con Ucrania y alabó la propuesta de paz en 12 puntos presentada por China, que reclama diálogo y respeto por la soberanía territorial de todos los países.
“Numerosos puntos del plan de paz propuesto por China (…) pueden servir de base para una solución pacífica, cuando Occidente y Kiev estén dispuestos a ello. Pero no vemos por el momento disposición por su parte”, dijo.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelensky, explicó que había invitado a China a dialogar, pero que todavía espera “una respuesta”.
El gigante asiático trató de posicionarse como actor neutral en el conflicto de Ucrania, pero Washington considera que sus propuestas son “tácticas de demora” para ayudar y dar más tiempo a Moscú.
El portavoz del Consejo de Seguridad de Estados Unidos, John Kirby, descartó que China pueda considerarse “razonablemente imparcial” en este conflicto.