- Publicidad -
-Publicidad-
Inicio Internacionales China quiere imponer el uso del yuan en Bolivia

China quiere imponer el uso del yuan en Bolivia

0
Yuan
-Publicidad-

El gobierno de Luis Arce ordenó a los bancos privados bolivianos asistir a una reunión con los enviados del Bank of China y del Industrial al Commercial Bank of China, para reemplazar con los yuanes chinos los dólares que faltan en Bolivia desde principios de año.

Todos los ejecutivos de los bancos bolivianos debieron asistir a la reunión y algunos de ellos pidieron reuniones individuales para saber cómo podría la moneda china reemplazar a la de Estados Unidos.

El economista Jaime Dunn advierte que uno de los dos bancos chinos que anuncia su llegada a Bolivia, el Bank of China, opera desde hace quince años en Argentina pero no ha resuelto la escasez de dólares en ese país vecino.

Además, el economista recuerda que 89% de las operaciones comerciales del mundo se realizan en dólares mientras sólo 2% de ellas lo hacen en yuanes, como lo confirman cifras difundidas por Bloomberg.

Dunn dice que en este momento existen en Bolivia cinco diferentes cotizaciones del dólar: 1) el oficial, 2) el que ofrecen los bancos privados, 3) el de las casas de cambio, 4) el de las fronteras y 5) el de las criptomonedas.

Un comerciante informal de divisas sostiene billetes de dólares estadounidenses en una calle, en La Paz (REUTERS/ Claudia Morales)Un comerciante informal de divisas sostiene billetes de dólares estadounidenses en una calle, en La Paz (REUTERS/ Claudia Morales)

Entre esas cinco cotizaciones hay diferencias abismales, porque van desde Bs 6,96 por dólar de la oficial hasta Bs 8,30 de algunas fronteras y Bs 7,10 de las criptomonedas.

El problema es que en este momento los dólares escasean en la economía boliviana, pero también disminuye la moneda nacional. Por primera vez en mucho tiempo, en los bancos hay más dinero en los depósitos que en la cartera de préstamos.

El gobierno de Luis Arce se mantiene en el criterio de que, a falta de dólares, buenos son los yuanes, pero los empresarios saben que con la moneda china será difícil hacer negocios en el exterior. Y saben estos empresarios que los chinos pagaron por el petróleo ruso en yuanes, pero cuando los rusos quisieron usar esos yuanes para pagar por alimentos chinos, los chinos no los aceptaron de vuelta.

Minería ilegal

Una mina de oro que usa mercurio para extraer el metal en el río Beni (REUTERS/Sergio Limachi)

Es probable que los bancos chinos traídos por el presidente Arce quieran operar con las empresas chinas que explotan oro en los ríos amazónicos de Bolivia, igual que lo hacen en los ríos de la misma cuenca en Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela, sin olvidar a Brasil.

Por el momento, los mineros chinos forman parte de la minería ilegal de Bolivia y los otros países de la región, lo que les obligaría a legalizarse y pagar impuestos similares al resto de la minería.

En este caso, según dice el economista Dunn, el problema es que la minería ilegal, que goza de un especial tratamiento tributario, forma parte del esquema diseñado para que el gobierno de Bolivia pueda sobrevivir.

El primer rubro que genera dólares para el Estado boliviano es la minería ilegal, seguida por el narcotráfico, las remesas de los ciudadanos que viven en el exterior y las exportaciones del agro.

Contrabando y narcotráfico

Aquí, las cifras se mezclan, porque ocurre que el contrabando disfraza algunos números. Según Dunn, no habrá que extrañarse si en diciembre el departamento sureño de Tarija se revele como el primer exportador de soya de Bolivia, aunque no produzca ni un solo grano de la oleaginosa.

Por el momento, unos 1.800 millones de dólares ingresaron a Bolivia por la exportación de soya desde Tarija, aunque se trate de soja argentina que llegó a Bolivia de contrabando.

Como Peter Andreas, en su libro “Smuggler Nation” (país contrabandista, refiriéndose a Estados Unidos), Jaime Dunn opina que el contrabando es una actividad empresarial capaz de crear potencias económicas.

Ahora, es cierto, en Bolivia también interviene el narcotráfico, que Dunn calcula en unos 1.200 millones de dólares por año, aunque admite que podría ser más, mucho más.

Al fin y al cabo, un kilo de cocaína cuesta en Chapare 1.000 dólares y en Moscú 130.000. Y no es porque el rublo esté débil, que lo está, sino por todos los pagos, legales e ilegales, que debe pagar ese kilo en semejante travesía.

-Publicidad-

Salir de la versión móvil