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Los derrotados en las elecciones por el pueblo de Venezuela

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Ramón Antonio Veras
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Por Ramón Antonio Veras.

Una vez el organismo constitucional electoral de Venezuela, convocó a las elecciones parlamentarias para el 6 de diciembre de 2020, se levantaron las voces que en América Latina, el Caribe y otras partes del mundo, se comportan como caja de resonancia del imperio, repitiendo que el proceso sería fraudulento e ilegítimo.

Pretendiendo suplantar a las instituciones y la voluntad soberana del pueblo venezolano, los gobiernos de trapo que siguen la línea de la administración de Donald Trump, ahora salen diciendo que las elecciones del pasado domingo fueron ilegales e ilegítimas.

Es motivo de vergüenza la forma como gobiernos peleles, con el mismo lenguaje de Pompeo, repiten que las elecciones en Venezuela, fueron espurias. No hay duda, que el descaro, el servilismo y la desfachatez politiquera están vigentes en los políticos insolentes.

La falta de honor lleva a muchos a meter sus narices en los asuntos internos de otros países, haciendo el papel que les asigna el imperio para que sigan exhibiendo inconductas muy propias de la política prostituta que siempre sirve a los peores intereses.

Censurar desde el exterior a los que en Venezuela libremente ejercieron el voto, o decidieron no hacerlo, no es más que subestimar, reducir, considerar como poca cosa al digno pueblo venezolano, que tenía la opción, la libérrima decisión de ejercer o no su derecho al voto, tal como lo hizo.

Hace tiempo que en la conciencia democrática de nuestros pueblos desapareció la idea de inclinar la cerviz para aceptar lo que quiera el imperio. El pueblo de Bolívar y Chávez, el domingo pasado ratificó que está decidido a transitar su propio camino sin la tutela del imperio y sus cómplices latinoamericanos, caribeños y europeos.

Las venezolanas y los venezolanos, fueron a las urnas el domingo 6 de diciembre, no solamente para elegir   a sus parlamentarios, sino también para decirle no al bloqueo criminal, al terrorismo, al sabotaje y al robo al patrimonio nacional.

El grupo de Lima, la Unión   Europea y la administración de Donald Trump, nunca van a aceptar la legalidad y transparencia de los procesos electorales que se lleven a cabo en los países de América Latina y el Caribe, que decidieron romper las cadenas de la dominación extranjera. La autodeterminación e independencia se pone de manifiesto en el libre ejercicio de los procesos electorales.

No interpretan el sentir democrático de sus respectivos pueblos, aquellos gobiernos que en forma dócil se suman a la intromisión del imperio en los asuntos internos de países soberanos. El atrevimiento no cae bien en el proceder respetuoso de nuestras naciones que varias veces han   sido agredidas por el poder y abuso imperial.

Ante la decisión de gobiernos al servicio de la política intervencionista norteamericana, dirigida a atacar a los pueblos que luchan por su independencia y soberanía, los verdaderos demócratas están en el deber de expresar su rechazo al imperio de entrometerse en los asuntos propios de Venezuela.

Aquellos dirigentes de gobiernos integrados en el Grupo de Lima y en la Unión Europea, antes de firmar documentos elaborados por completo por el imperio, para herir a Cuba, a Venezuela y a Nicaragua, deben pensar que sus ideas y entrega a Washington no es compartida por la gran mayoría de sus compatriotas, que no están formados para doblar la rodilla con el fin de arrodillarse ante ninguna potencia extranjera.

La práctica de la vida ha enseñado a las masas populares latinoamericanas y caribeñas, que solamente deben confiar en sus propias fuerzas, porque las clases dominantes en nuestras sociedades no tienen una pizca de sentir nacional; en su corazón no hay una gotita de patriotismo y su alma entera está para lo que decida el amo imperial norteamericano.

Los grupos de influencia social y económica ligados al statu quo, viven en sus propios países, pero su mente permanece firme y sin cambio en la capital del imperio, donde se acomodan los intereses monopolistas que determinan la forma de pensar y actuar de la minoría apátrida.

Los grupos que no se respetan, y oprimen a la mayoría de sus connacionales, hablande dictadura chavista, la misma que ha ganado 24 de 26 elecciones, y ha celebrado diez (10) en los últimos ocho (8) años.  Si eso es dictadura, pues que se prolongue por muuuuuuuchos años más.

Sería bueno que los loros amaestrados orientados por los dictados del imperio, tomen nota de que como si fuera poco, en las pasadas elecciones parlamentarias, el Polo Patriótico encabezado por el partido Socialista Unificado de Venezuela, ganó las elecciones con más del 67% de los votos. Procede destacar que en Venezuela hace muchos años que el modelo chavista sepultó el analfabetismo que por más de 400 años había mantenido elcapitalismo.

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