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Tony Peña es el mejor catcher dominicano de todos los tiempos

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Antonio Francisco Peña Padilla nació el 4 de junio de 1957, en Palo Verde, Montecristi, y podría decirse que desde que estaba en el vientre de doña Rosalía, ya pensaba en el béisbol.

Bautizado como Tony para los fines del béisbol y por el suscrito como el «Pelotero de la Patria», fue descubierto por Julito Martínez, siendo firmado por Howie Hack para los Piratas de Pittsburgh el 2 de julio de 1985.

En sus años de niñez jugó béisbol silvestre en Palo Verde, pero la primera vez que jugó béisbol a nivel de equipo fue en 1974 cuando integró el conjunto del Batey Isabel dentro de la Liga Campesina, organizada por Héctor «Bullo» Steffani.

Ese mismo año jugó en el circuito amateur de Santiago Rodríguez, luego con el de la comunidad de Castañuelas donde sólo participó en cinco juego ya que por las excelentes condiciones que enseñaba fue firmado.

En su carrera fue un virtuoso del trabajo como receptor.

En la conducción de los pitchers fue profesor, mariscal de campo, amigo y por eso con cada lanzador tenía una comunicación que le retornaba la confianza.

Tony Peña ha sido el mejor receptor dominicano de todos los tiempos. Su estabilidad y su sabiduría fueron la licencia con la cual enseñó su calidad incuestionable por todos los diamantes donde lo tocó ponerse los aperos.

Graduado del liceo José Martí, en Montecristi en su juventud fue un admirador de Roberto Clemente, Manny Sanguillén y Johnny Bench.

En Estados Unidos

Su primera experiencia en Estados Unidos fue con el conjunto Bradenton, jugando además en ese su primer año también con el equipo Charleston. Jugó en los jardines, en primera base, tercera y en la receptoría donde terminó en esa posición.

En septiembre de 1980 fue llamado por los Piratas de Pittsburgh, debutando el día 1 contra los Astros de Houston. Su primer hit en las Grandes Ligas se lo conectó al lanzador Doug Capilla de los Cubs de Chicago en su segundo turno al bate el 26 de septiembre.

Su primer jonrón en las Grandes Ligas se lo disparó al lanzador Bob Shirley de los Cardenales de San Luis.

En 1984 disparó su hit número 500 el 9 de agosto contra los Mets de New York. Ese año coleccionó su cadena más larga de juegos seguidos conectando de hit con 18 (69-33 para .478), la cual hilvanó del lro. al 20 de julio. La marca del club era de 18 por Tim Foli en 1980. Se robó 12 bases para establecer marca de estafas para un pirata. La vieja marca era de 11 por Bill Fischer en 1917. Remolcó 78 carreras la mayor cantidad para un receptor de los Bucos, superando las 81 de Manny Sanguillén en 1971.

En 1986 fue seleccionado por cuarta ocasión miembro del equipo Todos Estrellas de la Liga Nacional. Fue miembro del equipo de las Mayores para el tour de Japón.

En sus 18 temporadas en las Ligas Mayores hizo gala de su estilo inconfundible de recibir a los lanzadores abriendo sus piernas a ras del terreno. En total, participó en 1,998 juegos, donde agotó 6,489 turnos al bate y compiló un promedio de .260.

El 1 de abril de 1987 fue negociado a los Cardenales de San Luis por el jardinero Andy Van Slyke, el receptor Mike LaValliere y el catcher Mike Dunne. El 27 de noviembre de 1980 fue firmado por Boston como agente libre. El 13 de diciembre de 1994 fue firmado por Cleveland como agente libre. Los Medias Blancas lo firmaron el 10 de enero de 1997 y llegó a Houston vía cambio por el lanzador Julien Tucker.

En las Grandes Ligas militó con los Piratas de Pittsburgh, Cardenales de San Luis, Medias Rojas de Boston, Indios de Cleveland, Medias Blancas de Chicago y los Astros de Houston.

Participó en 5 Juegos de Estrellas, una serie divisional en 1995, 3 series de campeonatos y dos Series Mundiales.

Con las Águilas

En la Liga Dominicana participó en 19 series regulares, todas con las Águilas Cibaeñas, donde promedió .278 con 87 dobles, 9 triples, 41 jonrones y 324 carreras remolcadas.

Con las Águilas participó en 15 series semifinales y en 11 series finales.

Su porcentaje de fildeo en la Liga Dominicana es de .977, con 71 errores en 569 juegos, con 276 asistencias y 23 passed ball.

Una de sus mejores campañas ofensivas con el equipo mamey fue en 1985-86 cuando disparó 9 jonrones.

En varias ocasiones ha confesado que su madre ha sido la persona que más se preocupaba por su profesión y fuera de su familia a Pablo Neftalí Cruz.

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